miércoles, 8 de febrero de 2012

Me complementas, media naranja :)


Lo siento por todo lo que hice mal. Siento las veces que te he fallado, todo lo que dije sin pensar. Siento que alguno de mis consejos no haya sido suficientemente bueno para la ocasión. Siento si alguna vez pensaste que yo ya no estaba ahí, o si otra tardé demasiado en llegar. Pero bueno, éste texto no está hecho para hablar de mí, si no de esa persona tan importante, que tanto significa para mí: Tú.
Para comenzar, quería darte las gracias por todo lo que has hecho por mí. Gracias por estar ahí siempre y decirme todo lo que piensas, me afecte positiva o negativamente. Gracias por aparecer cuando más lo necesitaba. Gracias por defenderme bajo cualquier circunstancia. Gracias por hacerme olvidar los problemas con tan sólo una sonrisa. Gracias por aguantarme cuando te hablo de mis tonterías de niña pequeña, o cuando repito el mismo tema una y otra vez. Pero por encima de todo, gracias por existir.
También quería decirte, aunque ya deberías saberlo, que siempre me tendrás ahí, aunque las cosas cambien y la amistad no sea tan intensa. Siempre estaré, por una sola razón. Me he prometido a mí misma devolverte el favor de todo lo que has hecho por mí. Y creo que eso me costará demasiado tiempo. Años. E incluso toda una vida. Pero... quiero que sepas que te acompañaré siempre en tu camino. Te ayudaré a superar los baches. Quitaré las piedras para que no tropieces. Te haré reír cuando más lo necesites. Secaré tus lágrimas si lloras. Haré de almohada para que me cuentes tus penas y de diario para guardar tus secretos. Seré la espada en tus batallas. Y procuraré ser tu felicidad. Quiero que seas feliz, tan sólo eso. Y si puede ser, a mi lado.
Espero que esto nunca se acabe... Te quiero mucho.